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Otra manera de ver a los cubanos: Las fotografías de Geandy Pavón
Jul 29, 2016
Cuba y los cubanos se representan y se consumen continuamente a través de las imágenes visuales. Pero muchas de estas imágenes ya se han convertido en estereotipos repetitivos. Por eso fue una sorpresa muy grata conocer las fotografías de Geandy Pavón. Su manera de representar a los cubanos es muy original. El crea imágenes de los cubanos que son solemnes, humildes, y algo misteriosos. Retratando a la comunidad de cubanos exiliados en West New York, New Jersey, una comunidad que el conoce muy bien, o bien retratando los emigrantes cubanos que hasta hace poco permanecían varados en campos en Nicaragua, el intenta siempre de ofrecer otra manera de ver a los cubanos que rompe con las imágenes superficiales para captar el alma de un pueblo que se despide de su hogar, encuentra su hogar, o todavía sigue buscando su hogar. Estamos encantados de tener este ensayo fotográfico de Geandy Pavón como nuestro blog para el mes de julio y esperamos que ustedes también encuentren su obra tan fascinante como nosotros.
Abrazos,
Ruth y Richard
Geandy Pavón nació en 1974 en un barrio de la región oriental de Cuba, en la provincia de Las Tunas. Allí comenzó a estudiar arte en la academia local. Posteriormente se trasladó a La Habana y continuó sus estudios en la Escuela Nacional de Artes Plásticas, de donde se graduó en 1994. Dos años más tarde, en medio de una de las peores crisis económicas de Cuba, emigró a Estados Unidos con sus padres y hermano menor. La familia se estableció en la ciudad de New Jersey llamada West New York, el segundo mayor enclave de la diáspora cubana en Estados Unidos.
Sorprendentemente, la fotografía no fue parte de la formación de Pavón en las artes visuales, habiendo enfocado su atención en la pintura y el videoarte. Se encontró con la fotografía más tarde, cuando comenzó a usar imágenes fotográficas como referencia para su trabajo y como registro visual de material político e histórico. Se inició como fotógrafo cuando conoció a Juan Carlos Alom, maestro de la fotografía cubana. Alom lo introdujo al mundo de la fotografía analógica y juntos construyeron un pequeño laboratorio para la impresión y el revelado de películas.
Pavón continuó su dedicación a la fotografía no solamente como forma de expresión, sino también como forma de ver y vivir la vida. Señala: “A través de la fotografía entro en un estado de conciencia con el mundo a mi alrededor. Me doy cuenta de la existencia de historias que raras veces se cuentan, al menos fotográficamente. Al igual que la historia de los cubanos fuera de Cuba, esa rara mezcla de nieve y banderas cubanas en los jardines , la adaptación forzada de un mundo dentro de otro, del español con acento americano, del inglés con acento cubano, de barrios, restaurantes, interiores, sótanos, monumentos a Martí “. La documentación de ese efímero mundo cubano fuera de Cuba lo obsesiona y está al frente de su trabajo.
Esa obsesión es evidente en Vae Victis, una serie documental y fotográfica que retrata la vida de un grupo de ex-presos políticos cubanos de los años 1960 y 1970 que todavía se reúnen todos los martes en el corazón de Union City, en New Jersey. La serie más reciente de Pavón, Quo Vadis Cuba, retrata la vida en tres campos de refugiados cubanos en una ciudad llamada La Cruz en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua, donde vivió entre los refugiados en 2015. Los campamentos fueron consecuencia de la negativa del gobierno de Nicaragua de permitir que los inmigrantes cubanos viajen a través de Nicaragua hacia Estados Unidos; más de 8,000 cubanos permanecen varados—la crisis migratoria cubana más importante desde el éxodo del Mariel de 1980 y el éxodo en balsas de 1994.
Pensar en cómo Cuba está representada en la fotografía inmediatamente evoca imágenes épicas del triunfo de la revolución en 1959, o las postales ya clásicas de los carros americanos de la década de 1950 retumbando por las ruinas de La Habana. Del mismo modo, las imágenes de las comunidades de la diáspora o del exilio se reflejan muy a menudo de una manera fácil y simplista. Sin embargo, las personas de estas comunidades encarnan, más allá de los estereotipos, todas las complejidades de la condición humana. La serie en curso de Pavón, titulada Los cubano-americanos tiene la intención de capturar esas complejidades, concentrando la atención en lo que piensa Pavón de nosotros como el espacio puro del ser—el oasis en medio de los lugares ordinarios donde las personas de estas comunidades viven sus vidas.
En Los cubano-americanos, Pavón se hace eco de la obra de Robert Frank, fotógrafo americano de origen suizo. En concreto, es la serie de Frank The Americans lo que le interesa, por la forma en que refuta, en la opinión de Pavón, el discurso antiséptico de Estados Unidos en la década de 1950. Frank retrata a los americanos como desgarrados entre el optimismo y la realidad de las clases empobrecidas y los enfrentamientos raciales. De manera similar, Los cubano-americanos elude el discurso triunfalista y chauvinista a menudo promovido en el exilio, así como la propaganda del gobierno cubano y sus imágenes caricaturescas de exiliados. Es refrescante ver que los exiliados que Pavón retrata no son epítomes del éxito económico ni antiguos latifundistas que resienten la revolución. Como explica Pavón, “Estos son retratos de amigos, familiares, personas que encuentro en las calles de los barrios cubanos de New Jersey—en Union City, Guttenberg, West New York y North Bergen—el gueto cubano, como me gusta llamarlo. Ahí es donde se tomaron todos los retratos”. Retratos, como señala Pavón, “de gente normal que se alegra y sufre en el exilio y que vive precisamente en ese espacio intermedio, en el guion de lo que es ser cubano-americano, como propone el escritor cubano-americano Gustavo Pérez Firmat”. Pavón planea visitar Miami pronto para expandir la serie. Se va a concentrar principalmente en una comunidad cubana de casas móviles en Hialeah.
Las imágenes de Pavón no son simples testimonios; más bien ejercen una influencia estética de gran importancia. Además de Robert Frank, en Pavón nos encontramos profundas referencias a la obra fotográfica de Diane Arbus y Mary Ellen Mark. Y hay una fuerte influencia de las artes visuales, especialmente de Velázquez, Caravaggio y Georges de La Tour. Pero el trabajo de Pavón ofrece más que una conversación acerca de la técnica o las influencias; como todo arte en conversación con identidades y comunidades, ofrece una nueva manera de ver.
Exile Family
Three Times Five
Hello Kitty
Latin Jazz
Cuban American Princess
La Pura
Cuban Rednecks
Parade
Jersey Boys
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Traducción al español de Eduardo Aparicio que nació en Guanabacoa, Cuba, y reside en Austin, Texas. Es escritor, traductor y fotógrafo.
I am always impressed by the beautifully written postings that appear in this blog. I relate to all of them as they touch my wounded Cuban soul.
I am not as artistic nor as good a writer as those that post. But I believe that I have discovered how to, finally, bring economic and political reform to Cuba. And it won’t cost a single taxpayer penny.
There is one person who is responsible for maintaining the Cuban Embargo. Her name is Ileana Ros-Lehtinen, the Florida 27th District Congresswoman.
She has betrayed the Cuban-American community and, worse, the American People.
I know that this is a serious charge, but I am willing to debate her in public.
I travel to Cuba, I install water purification systems in Cuban churches, free of charge through volunteers and private donations. I have first hand knowledge of the economic and political situation in Cuba.
There is no spirit of communist revolution in Cuba. The Cuban people want a better economy, Internet, freedom to worship and more liberty.
The only claim to legitimacy that the Castro regime has is that he is protecting the Cuban people against the Cuban Embargo.
You take the Cuban Embargo away and political and economic reform will follow.
You defeat Ileana in the November election and the Cuban Embargo legislation will be defeated in the US Congress.